Españolizar y catalanizar

Españolizar es una operación limpia y provechosa si se difunden con ella los buenos valores que anidan en la concepción española de la vida. Y españolizar puede ser una operación rechazable si lo que se quiere es imponer los principios negativos de la manera de ver y actuar que se consideran españoles. Lo mismo sucede con la catalanización, la cual es estimable cuando se proponen las buenas maneras de la concepción catalana de la vida, y se convierte en una acción de efectos negativos en los casos en que son predominantes las ideas poco apreciables de la idea catalana de la vida. No es conveniente, en suma, pronunciarse ni a favor ni en contra. Hay que advertir previamente a qué especie de 'españolizar' o de 'catalanizar' nos estamos refiriendo.